El psicoanalista austriaco René Spitz fue uno de los primeros psicólogos que realizó una investigación exhaustiva sobre la importancia del contacto del niño con su madre y con el entorno social durante su primer año de vida. Tras observar
a los niños criados en cárceles y hospitales de expósitos, Spitz llegó a la conclusión de que el contacto con la figura materna/paterna es tan importante para su desarrollo psicofísico, su bienestar y su supervivencia como la satisfacción
de sus necesidades fisiológicas.
Antes de venir a este mundo, los bebés formaban parte del cuerpo de sus madres. Por lo tanto, tardan en desarrollar la conciencia de ellos como individuos. A través de las caricias y las voces de la madre o de la figura parental, los
bebés obtienen la confirmación de su propia existencia, mientras que la forma de tratarlos refleja una vía para su autoconocimiento.
En caso de que falte esta confirmación, los niños son más propensos a enfermar y a sufrir un deterioro psicofísico.
Motivado por los descubrimientos que destacaban la importancia del entorno social para una persona como individuo, Eric Berne, un psiquiatra estadounidense originario de Canadá, decidió cambiar su enfoque para tratar a los pacientes
utilizando el método psicoanalítico. Según Berne, en lugar de centrar el análisis en el "inconsciente", los pacientes tendrían resultados más eficaces y aplicables si el análisis se centraba en su relación social. Esta inversión
dio lugar a la aparición de una nueva forma de psicoterapia conocida como análisis transaccional. Berne basó su enfoque en la teoría del estado del ego, los juegos psicológicos y el análisis del guion de vida*.
(*Para los fines
de este sitio web, sólo se indican tres conceptos teóricos clave del texto introductorio).
Basándose en los resultados de la investigación de Spitz, Berne señaló que la confirmación de la conciencia de sí mismo de un bebé recién nacido en los primeros meses de su vida se convierte más tarde en una necesidad de reconocimiento.
La forma en que nos comunicamos y buscamos el reconocimiento de nuestro entorno determina significativamente la personalidad del individuo y, por tanto, toda su vida.
Si durante la infancia una persona no aprende a satisfacer sus necesidades de forma auténtica, buscará otros métodos para satisfacerlas, principalmente mediante los juegos psicológicos. Sin duda, estos juegos nos llevan a resultados
negativos, pero, sin embargo, la gente sigue jugando a ellos considerando que incluso una confirmación negativa (golpe) es mejor para una persona que ninguna confirmación.
Al tomar conciencia de los juegos psicológicos a los que jugamos, por un lado, y al descubrir nuevas formas autónomas de satisfacer nuestras necesidades adultas dentro de las relaciones, por otro, salimos de nuestro guion de la vida
y emprendemos el camino que nos lleva a la autonomía. Según la teoría del análisis transaccional, alcanzar la autonomía es el objetivo de cada individuo adulto, y se consigue desarrollando la conciencia, la espontaneidad y la capacidad
de estar cerca del otro.
Basando su filosofía, entre otras cosas, en la creencia de que todo ser humano es capaz de pensar, Berne insistió en que el lenguaje de la psicoterapia fuera familiar y fácilmente comprensible para sus clientes. Por esta razón, Berne
sustituyó los términos profesionales de los conceptos básicos del análisis transaccional por palabras del lenguaje cotidiano. Por ejemplo, en el discurso científico los estados del ego se denominan arqueopsíquico, neopsíquico y
exteropsíquico, mientras que en el uso cotidiano se utilizan los siguientes términos sencillos: Niño, Adulto y Padre. Los nombres de los estados del yo se escriben siempre en mayúsculas.
Según Eric Berne, hay tres estados del ego en cada persona, y cada uno representa un conjunto de opiniones, sentimientos y patrones de comportamiento. Cuando decimos que una persona está en el estado del ego de Niño, significa que
esa persona se comporta, piensa y siente como lo hacía cuando era un niño. Cuando una persona se comporta, piensa y siente de la manera en que está copiando a uno de sus padres o a una persona que durante su crecimiento representó
las figuras parentales, decimos que dicha persona está en el estado del ego de Padre. Si, como reacción al aquí y ahora, una persona actúa, piensa y siente de la manera en que utiliza todos los recursos a su disposición como adulto,
se dice que dicha persona está en el estado del ego de Adulto. Cuando nos dirigimos a otra persona, lo hacemos desde uno de nuestros estados del ego. Del mismo modo, la persona que nos da la respuesta lo hace desde uno de sus estados
del ego. Berne llamó a este tipo de intercambio una transacción. Las transacciones pueden clasificarse como complementarias, cruzadas o ulteriores. Las transacciones ulteriores son la base de los juegos psicológicos.
El análisis de las transacciones nos ayuda a comprender la dinámica psicosocial de una persona, a descubrir los juegos que realizamos y las causas (encubiertas, inconscientes) que los desencadenan. Esto nos da la oportunidad de explorar
nuevas formas en las que, como adultos, podemos garantizar de forma auténtica, responsable y consciente la satisfacción de nuestras necesidades en las interacciones con otras personas.
La teoría del guion de vida fue desarrollada por primera vez por Eric Berne y sus colaboradores a mediados de la década de 1960. Berne definió el guion de vida como "un plan de vida elaborado en la infancia, confirmado por los
padres, justificado por los acontecimientos posteriores y que culmina en una elección realizada".
Lo que diferencia la teoría del análisis transaccional del guion de vida de otras teorías que tratan el impacto de las experiencias de la infancia en los patrones vitales es la afirmación de que el niño es quien elabora un plan
específico para su vida, no solo una visión general del mundo.
Esta teoría sugiere que los mensajes verbales y no verbales de los padres constituyen la base sobre la que el niño saca conclusiones sobre sí mismo, los demás y el mundo, pero también nos dice que es el niño quien toma una decisión
sobre cómo vivir su vida. Las decisiones de los guiones representan la mejor estrategia del niño para sobrevivir en un mundo hostil, a veces incluso con peligro de muerte. El niño toma esas decisiones basándose en sus emociones
y en su capacidad para comprender la realidad.
Teniendo en cuenta que los niños no perciben el mundo como lo hacen los adultos y que sus emociones suelen implicar sentimientos muy extremos, no es de extrañar que las decisiones que los niños incorporan a su historia vital puedan
ser extremas y, por tanto, disfuncionales para la vida de un adulto. Cuando crecemos, ya no recordamos que nosotros mismos diseñamos el guion de nuestra historia de vida. Sin embargo, incluso sin saberlo, hacemos todo lo posible
por confirmar las creencias derivadas de la historia de vida sobre nosotros mismos, las personas y el mundo, dirigiéndonos inconscientemente hacia la última escena del guion de vida...
El análisis transaccional utiliza el concepto de guion de vida para comprender mejor cómo las personas pueden crearse problemas de forma inconsciente, y qué acciones deben realizarse para resolverlos.
1. LAS PERSONAS ESTÁN BIEN
Esto se refiere a un ser, no a un comportamiento. Nos aceptamos a nosotros mismos y a los demás tal y como somos y tenemos derecho a ver a los demás como personas con valores y dignidad.
Me parece bien tu esencia como ser humano, aunque no me parezca bien tu comportamiento. Como humanos, estamos al mismo nivel, aunque nuestros logros difieran.
2. TODO EL MUNDO TIENE LA CAPACIDAD DE PENSAR
Todo el mundo, excepto las personas con graves daños cerebrales, tiene la capacidad de pensar. Por lo tanto, es responsabilidad de cada uno decidir lo que quiere de la vida, porque,
al fin y al cabo, cada uno vivirá con las consecuencias de lo que decida.
3. LAS PERSONAS DECIDEN SU PROPIO DESTINO Y ESAS DECISIONES SE PUEDEN CAMBIAR
Incluso cuando éramos niños, nuestros padres no podían hacernos crecer en una determinada dirección. Puede que nos hayan presionado mucho,
pero somos nosotros los que decidimos si sucumbimos a la presión, si nos rebelamos contra ella o si la ignoramos.
Lo mismo ocurre cuando crecemos. Los demás o el entorno no pueden obligarnos a sentir o actuar de una manera
determinada. Somos los responsables de nuestros propios sentimientos y comportamientos.
Todas las decisiones que tomamos una vez pueden cambiarse después.
Las personas pueden cambiar. El cambio se consigue no solo con
la comprensión de los viejos patrones de comportamiento, sino también con la decisión activa de cambiar dichos patrones. Los cambios que hacemos pueden ser reales y duraderos.
De estos postulados filosóficos se derivan los principios básicos en los que se basa la relación cliente-terapeuta en la terapia de análisis transaccional. Estos son un contrato y una comunicación abierta.
En aras de la claridad
y la precisión de los postulados filosóficos del análisis transaccional descritos en el libro TA Today - A New Introduction to Transactional Analysis (El AT hoy: una nueva introducción al análisis transaccional) de Ian Stewart
y Vann Joins, he optado por citar el texto completo.
El Dr. Edward Bach fue un médico inglés que vivió en el siglo XIX. Se especializó en bacteriología en la facultad de medicina de Birmingham y llevó a cabo investigaciones que contribuyeron significativamente en el campo de la bacteriología,
identificando cantidades considerablemente mayores de bacterias en individuos enfermos que en individuos sanos. Asimismo, desarrolló una larga investigación en la terapéutica con vacunas útiles para el tratamiento de enfermedades
crónicas.
Mientras trabajaba con sus pacientes, el Dr. Bach observó que algunos individuos son más propensos a ser afectados por un tipo de bacteria, mientras que otros son susceptibles a otro tipo. Por lo tanto, asumió que los desequilibrios
mentales y emocionales de un individuo crean una propensión a la infección y la enfermedad.
En 1917, durante la Primera Guerra Mundial, mientras el Dr. Bach trabajaba en un hospital universitario, sufrió un colapso debido a una hemorragia estomacal. Tras ser operado con éxito, se le diagnosticó un tumor maligno y los médicos
calcularon que sólo le quedaban tres meses de vida. Tal pronóstico hizo que el Dr. Bach abandonara su trabajo oficial para dedicarse a investigar su hipótesis sobre la naturaleza humana y la naturaleza de la enfermedad.
En cuanto se recuperó, retomó su trabajo científico, pasando la mayor parte del tiempo en su laboratorio privado. En 1919, comenzó a trabajar como patólogo y bacteriólogo en el London Homeopathic Hospital, y ésto, le dio la oportunidad
de familiarizarse con el trabajo de Samuel Hahnemann, fundador de la homeopatía, cuyo enfoque de tratar al paciente, en lugar de a la enfermedad evidenciaba su afinidad con su filosofía y con sus conocimientos, hasta entonces adquiridos.
Inició el desarrollo de remedios homeopáticos para sustituir las vacunas. De este modo, inventó siete remedios, conocidos como los nosodes de Bach, que demostraron ser una poderosa herramienta en el tratamiento de ciertas enfermedades
crónicas.
En 1930 abandonó finalmente la ciudad y se trasladó a su casa de campo rodeada de colinas en el valle del río Támesis. Allí, pasó un tiempo estudiando la naturaleza decidido a encontrar un remedio natural para los humanos. Durante
las temporadas de bonanza, solía pasear por la naturaleza y estudiar las plantas, y desde el final del otoño y durante todo el invierno, trataba gratuitamente a los pacientes que acudían a él quejándose de diversos problemas
de salud.
Desde el momento en que sus colegas le dijeron que le quedaban tres meses de vida hasta su muerte en 1936, habían pasado un total de 19 años.
Tras prolongar su vida casi dos décadas y vivir la vida que él mismo eligió, el Dr. Bach se dio cuenta de que todo ser es feliz y saludable mientras está en armonía con su propia naturaleza y con el mundo que le rodea. En su libro
"Cúrate a ti mismo" escribió que la enfermedad, por muy cruel que parezca, es beneficiosa y buena para nosotros si se interpreta correctamente, pues nos conducirá a nuestros errores fundamentales.
"No hay que desesperar, por muy grave que sea la situación, pues el hecho de que al individuo se le siga concediendo la vida física, indica que el Alma gobernante no carece de esperanza".
Edward Bach
Además de su profesión médica, el Dr. Bach también se interesó por los temas espirituales y estudió, entre otras cosas, las religiones orientales. Observando al hombre como un ser espiritual que, además de la mente, las emociones
y el cuerpo lleva en sí mismo el alma. El Dr. Bach definió la enfermedad como una consecuencia derivada del conflicto del Alma y la Mente. En su libro "Cúrate a ti mismo", el Dr. Bach considera al Alma humana como el verdadero
Yo del hombre, que le guía en la vida, conduciéndole hacia sus mayores virtudes.
"Nosotros, tal como nos conocemos en este mundo, somos personalidades con el propósito de adquirir todo el conocimiento y la experiencia que se puede obtener a través de la existencia terrenal, de desarrollar las virtudes que nos
faltan y de eliminar todo lo que está mal en nosotros, avanzando así, hacia la perfección de nuestras naturalezas. El Alma sabe qué entorno y qué circunstancias nos permitirán hacerlo, y por ello nos coloca en la rama
de la vida más adecuada para ese objeto.... Mientras nuestras Almas y personalidades estén en armonía, todo es alegría y paz, felicidad y salud. Es cuando nuestras personalidades se desvían del camino trazado por el Alma, ya
sea por nuestros deseos mundanos o por la persuasión de otros, cuando surge el conflicto. Este conflicto es la raíz de la enfermedad y la infelicidad".
Otro aspecto considerado por el Dr. Bach es la Unidad de todas las cosas, según la cual todos estamos hechos por una fuerza creativa impulsada por el Amor. Cada una de nuestras acciones dirigidas a otras personas afecta al conjunto,
y al mismo tiempo, a nosotros mismos, ya que somos una parte del conjunto. Para Edward Bach, las verdaderas enfermedades primarias del hombre son los defectos, el orgullo, la crueldad, el odio, el amor propio, la ignorancia,
la inestabilidad y la codicia. Tomar conciencia de los errores que cometemos para perjudicarnos a nosotros mismos y a los demás y hacer un esfuerzo serio para corregirlos, nos lleva no sólo a la felicidad, sino también a la
salud.
El Dr. Bach no vio la solución en la lucha contra el defecto en sí, ni en la dirección de la energía hacia la represión del mal. Según él, la lucha contra el defecto sólo aumenta su poder.La solución está en desarrollar persistentemente
una virtud opuesta que contrarreste el defecto y que con tiempo, lo sustituye por completo.
Así, la idea clave del Dr. Bach fue hacer que los remedios fueran completamente seguros, accesibles, fácil de usar para ayudar a las personas a cultivar las cualidades positivas de la raza humana como son el amor, la compasión,
la paz del alma, la persistencia, la fuerza, la modestia, la comprensión, la tolerancia, la sabiduría, el perdón, el valor…
Al crear su filosofía y su método de curación basándose en descubrimientos homeopáticos anteriores, el Dr. Bach creía que la naturaleza tiene una solución sencilla para todos, incluida nuestra salud, y que la solución está en las
plantas. Esta creencia, parte de la idea de que las plantas son uno de los seres vivos más antiguos del planeta y, como tales, tienen una gran experiencia de supervivencia, de adaptación a la vida en muchos entornos diferentes.
Las plantas "recuerdan" esta experiencia en su interior, y los humanos podemos recibirla y utilizarla a través de las vibraciones energéticas.
¿Se pregunta cómo elige el Dr. Bach las plantas para sus esencias florales?
En primer lugar, observó cuidadosamente las plantas en su entorno natural. Observó cómo se comporta una planta concreta durante las diferentes estaciones,
las condiciones climáticas y cómo sobrevive en relación con su entorno superando obstáculos como lo son, otras plantas, la piedra, los animales, la carretera, el ganado, el agua, etc. Cuando recogía suficiente información sobre
una planta, solía seleccionar los mejores representantes de la especie, los ejemplares que "mejor saben hacerlo".
Los primeros remedios del Dr. Bach se desarrollaron a partir de los conocimientos que adquirió en el campo de la homeopatía, utilizando el llamado método de "potenciación". Sin embargo, creía que se podía encontrar una forma más
sencilla y accesible de fabricar y tratar las esencias.
Comenzó su investigación recogiendo gotas de rocío de los especímenes vegetales seleccionados, considerando que era el agua la que recordaba la información. Como se puede adivinar, este método no era ni económico ni práctico, así
que pronto, el Dr. Bach tuvo la idea de sumergir las plantas seleccionadas en un arroyo. Para ello, cosechaba la planta seleccionada durante el sol de la mañana y la dejaba sumergida y expuesta a la luz directa del sol durante
3 o 4 horas en el lugar donde se cosechaba la planta.
Cuando terminaba el tiempo de exposición al sol, filtraba el líquido y lo añadía al aguardiente, que tenía la función de preservar la estructura del agua -creía que sólo el agua fresca podía transmitir la información de la esencia.
Esto se llama la tintura madre. De los recipientes en los que se guardaba la tintura madre, se vertió el líquido en frascos de vidrio de 10/20 ml que se colocaron en un kit que cada practicante de Bach tenía para su trabajo.
La investigación de gran alcance fue seguida por varios volúmenes de manuales, estudios científicos y artículos, muchos de los cuales ya habían sido publicados y presentados en conferencias científicas. Con el deseo de que su obra
fuera accesible y comprensible para todos, el Dr. Bach resumió todos sus escritos en un libro de 32 páginas titulado "Los doce sanadores".
El Sistema de Esencias Florales de Bach contiene sólo 38 remedios, lo que es significativamente menos que el número de remedios utilizados en la homeopatía y la alopatía. Las esencias se clasifican en 7 grupos que, según el
Dr. Bach, cubren todos los estados mentales y emocionales humanos no deseados.
Dichos estados se refieren a quienes sufren miedo, inseguridad, falta de interés por la actualidad, soledad, hipersensibilidad a la influencia y a las ideas de los demás, abatimiento, desesperación y exceso de preocupación
por el bienestar de los demás.
También hay un remedio 39 que es una mezcla de 4 esencias de Bach creadas para tratar el shock agudo y las situaciones de estrés. Este producto se llama Rescue Remedy. Rescue Remedy también se utiliza para hacer una crema para
curar daños dolorosos en la piel causados por golpes, picaduras, alergias, quemaduras, etc.
El cliente que acude a una cita con lesiones físicas o síntomas de enfermedad física ya presentes seguirá siendo tratado con el tratamiento prescrito por un especialista médico, mientras que sus estados emocional y mental negativos,
serán tratados por los remedios de Bach. La mezcla de esencias de Bach siempre tiene que ver con lo que la persona conoce o de lo que la persona descubrirá, tras hablar con un practicante de Bach. Funciona eliminando el
bloqueo mental, capa tras capa.
Cuando hacemos una mezcla de las esencias de Bach para un cliente, llenamos el frasco cuentagotas de 30 ml con agua y echamos dos gotas de cada esencia seleccionada. La única excepción es el Rescue Remedy, del que siempre se
toman 4 gotas. En un mismo envase puede haber un máximo de 9 esencias diferentes, mientras que el máximo más común que se da en la práctica, es de 7 flores. Es importante saber que ninguno de los remedios afecta la influencia
del otro.
Las gotas, se pueden administrar de dos maneras: - por vía oral: dejándolo caer directamente bajo la lengua o - por vía externa: frotando las gotas en los puntos de pulso o en la zona de la piel dolorida, así como empapando
una gasa de la solución y colocándola en los lugares con dolor.
Para los bebés de hasta 18 meses, la solución se frota masajeando su hueso parietal, la palma de la mano o detrás de las orejas. Para los bebés amamantados, basta con que la madre tome las gotas para que el bebé reciba la información
de las esencias en la leche. La dosis estándar es de 4 gotas al menos 4 veces al día.
En caso de que una persona se vea abrumada por una emoción negativa aguda o por un dolor, se aplica una dosis de emergencia tomando el remedio de rescate (4 gotas) cada minuto hasta obtener el alivio.
Las Flores de Bach son completamente seguras de usar y no hay peligro de sobredosis ni contraindicaciones. Los remedios son fáciles de almacenar porque no son sensibles a las influencias externas de la radiación, los teléfonos
móviles, la luz, las máquinas de rayos X de los aeropuertos, etc.
Las esencias de Bach son seguras para su uso con otros medicamentos y tratamientos, ya sean farmacéuticos o alternativos. Pueden ser utilizados incluso por bebés, mujeres embarazadas, madres lactantes, ancianos y enfermos crónicos.
Dado que tienen un efecto beneficioso para los animales, también pueden tomarse en el tratamiento de las mascotas e incluso de las plantas.
Hay un lugar, en algún espacio entre el mundo interior y el exterior, entre la fantasía y la realidad, donde se despliega el mundo del juego y la lúdica. Justo ahí, en ese precioso lugar, ocurre la magia de la terapia del arte expresivo.
Durante los años 70 del siglo pasado, el psicoanalista británico Donald Winnicott desarrolló una teoría del juego muy influyente, dentro de la cual, entre otras cosas, trató de explicar "dónde" tiene lugar el juego y para qué sirve.
Según él, la esfera del juego no es una realidad psíquica interior. Está fuera del niño, pero no es una parte del mundo exterior que esté completamente fuera de su control. El juego tiene lugar entre el mundo subjetivo interior
del niño y la realidad objetiva exterior, en un espacio donde la imaginación puede dar forma al mundo.
El papel del juego para el desarrollo del niño es valioso porque le permite explorar con seguridad cómo puede llegar a ser activo en la configuración de su propio mundo, sin sentirse indefenso o dependiente de él. De este modo,
el juego aumenta la conciencia del niño sobre sí mismo, sus habilidades y la capacidad de cambiar la realidad en la que vive.
Sin embargo, este espacio de imaginación y juego también es importante para el adulto, porque la necesidad humana de reexaminar y armonizar el mundo interior y exterior no cesa. Esta tensión que existe entre lo interior y lo exterior
abre lo que Winnicott llama "espacio potencial". Para un adulto, este espacio se convierte en algo más que un juego de niños. Se convierte en una esfera de descubrimiento y creatividad que ha dado lugar a algo tan grande y
milagroso como toda la cultura de la civilización humana, desde el arte hasta la ciencia. Visto así, la cultura es una extensión colectiva del proceso creativo de una persona que comenzó en la primera infancia. (Winnicott)
En la terapia artística, se abre la puerta al mundo del juego y la imaginación y la persona entra en este espacio del juego, teniendo la oportunidad de reexaminar y explorar libremente sus ideas y sentimientos. Una de las funciones
del terapeuta es mantener este espacio seguro y ayudar al cliente a interpretar e integrar las experiencias que ha vivido mientras creaba su obra de arte. Cuando haya obtenido un conocimiento significativo, el cliente, con
el apoyo del terapeuta, descubrirá la conexión que este conocimiento tiene con su vida actual.
Una vez realizada la obra de arte, llega el momento de que la huella cuente su historia... Cada componente de la obra de arte representa un aspecto potencial de nuestra psique. Por lo tanto, es un mensaje importante que nuestra
inconsciencia nos comunica a través de la obra de arte. Una vez que le damos vida y voz "para hablar" este mensaje nos llega…
"Estamos tan cautivados y enredados en nuestra conciencia subjetiva que hemos olvidado el hecho milenario de que Dios habla principalmente a través de sueños y visiones". Carl Gustav Jung
El hombre ha desarrollado la conciencia lenta y laboriosamente, en un proceso que ha tardado incontables años en alcanzar el estado civilizado (que se ha fechado arbitrariamente desde la invención de la escritura en torno al
año 4000 a. C.). Y esta evolución dista mucho de ser completa, ya que grandes áreas de la mente humana siguen envueltas en la oscuridad. (Jung)
Al igual que el cuerpo humano ha cambiado y evolucionado a lo largo de la historia, también lo hace la psique. La mente arcaica del hombre prehistórico, cuya psique era aún cercana a la del animal, formaba la totalidad de la
personalidad del hombre. Al desarrollar la conciencia, el hombre perdió gradualmente el contacto con una parte de la energía psíquica primitiva. Sin embargo, esta "mente original" nunca ha dejado de existir, está igualmente
presente y sigue actuando en el niño, al igual que las etapas de desarrollo del hombre contenidas en su embrión... (Jung)
Desgraciadamente, el hombre moderno, al haber perdido el contacto con esta preciosa parte de su psique, que ha pasado a formar parte de una esfera del "inconsciente", ha perdido también su capacidad de comprender su lenguaje.
Si te preguntas qué tipo de lenguaje puede tener la psique arcaica y cómo se comunica con nosotros, recuerda tus sueños. El lenguaje de la psique arcaica se basa en símbolos cuyos significados deben ser interpretados para
que se entienda el mensaje que llevan. Según el Dr. Jung, los sueños son una de las formas en que nuestra conciencia se dirige a nosotros transmitiéndonos a través de símbolos pictóricos los mensajes que son esenciales
para toda nuestra vida, desarrollo y supervivencia. "La rememoración de los recuerdos infantiles y la reproducción de las formas arquetípicas de comportamiento físico pueden crear un horizonte más amplio y una mayor extensión
de la conciencia a condición de que se consigan asimilar e integrar en la mente consciente los contenidos perdidos y recuperados. Como no son neutros, su asimilación modificará la personalidad, al igual que ella misma deberá
sufrir ciertas alteraciones. En esta parte de lo que se denomina "proceso de individuación", la interpretación de los símbolos desempeña un importante papel práctico, pues los símbolos son intentos neutrales de reconciliar
y unir los opuestos dentro de la psique".
El SELF, "la parte más oculta de la psique humana", "el principio básico de todo el mundo", divino en nosotros, el eterno enigma, "el átomo nuclear" de nuestra psique entretejido en todo el mundo, tanto exterior como interior,
una voz de nuestra Alma que siempre tiene la respuesta correcta para nosotros...
Jung veía el proceso de crecimiento humano como una interacción inquebrantable entre el inconsciente y la mente consciente. El inconsciente tiene percepciones y conocimientos que son esenciales para nuestra vida y de los que
el ego (parte consciente de nuestra psique) aún no ha tomado conciencia. Un Self que está en cada hombre "sabe" cuál es su naturaleza humana innata. Durante la vida del hombre le envía mensajes que lo guían hacia la realización
de la esencia de su existencia. El centro regulador provoca una constante ampliación y maduración de la personalidad. Sin embargo, este proceso de crecimiento (individuación) sólo se produce como una posibilidad innata.
Solo se hace real si el individuo es consciente de ello y si establece una conexión viva con él. ¿Cuál es exactamente el mencionado vínculo entre la mente consciente y la inconsciente? Si hay un cierto potencial en nosotros
(para el arte, la filosofía, la ciencia, la paternidad...), pero el ego no es consciente de ello, ese potencial no puede ser utilizado. En vano son todos los mensajes que el Self nos envía por medio de símbolos a través
de sueños, fantasías, asociaciones, etc. Si el ego se niega a verlos o no entiende su lenguaje, permanecen "invisibles" para nosotros. Para lograr la integridad de la psique, es necesario que nuestro ego se abra a los mensajes
que el inconsciente/Self nos envía, para comprenderlos y encontrar la manera de vivir en armonía con ellos. El hombre que lo hace se convierte con el tiempo en un ser humano más completo.
"Toda la realidad psíquica interior de cada individuo está orientada en última instancia hacia este símbolo arquetípico del Self. En términos prácticos, esto significa que la existencia de los seres humanos nunca podrá explicarse
satisfactoriamente en términos de instintos aislados del mecanismo intencional como el hambre, el poder, el sexo, la supervivencia, la perpetuación de la especie, etc. Es decir, el propósito principal del hombre no es comer,
beber, etc., sino ser humano". M.-L. Von Franz.
Una solución original que el Dr. Jung ideó como respuesta directa a esta pregunta es la llamada "imaginación activa". Consiste en centrarse conscientemente en una imagen mental que proviene de un sueño, una visión o una fantasía,
y entonces la persona vigila cuidadosamente lo que ocurre con la imagen interior, cómo se enriquece en detalles, cómo cambia y cómo nuestra imaginación, partiendo de ella, a través de una serie de representaciones y símbolos
creados espontáneamente y conectados, crea una historia completa..."(Ž. Trebješanin)
El material obtenido (imágenes, símbolos) se analiza a continuación para descubrir su sentido y significado. Pero ¿qué hacer en una situación en la que una persona no consigue realizar este proceso de forma independiente y
no sabe interpretar el significado de los símbolos que aparecen? Este es el momento en el que llegamos a una conexión directa con la arteterapia. Una sesión individual de ATE dura una hora, durante la cual se reservan de
20 a 40 minutos para crear una obra de arte. Mientras crea su arte, que puede ser en forma de dibujo, pintura, fotografía, movimientos, canción o palabra escrita, la persona entra en la esfera del juego, donde se desarrolla
una fuerte concentración en el proceso creativo. Esto hace que el control de la mente consciente disminuya y que la mente inconsciente gane espacio para expresarse. Así, las obras de arte que crea un cliente durante una
sesión consisten en mensajes que le envía el Self sobre un tema determinado (por "tema", me refiero al problema que el cliente planteó al principio de la sesión).
Ciertamente, pueden producirse una percepción y un alivio significativos cuando una persona entra en el proceso creativo de forma independiente, fuera del contexto de la psicoterapia. La diferencia es que la presencia del terapeuta
ofrece la oportunidad de explorar el entendimiento adquirido en un nivel emocional más profundo y de integrar conscientemente todas las experiencias recién obtenidas (emocionales, mentales, físicas) en el contexto vital
actual del cliente. En ATE exploramos estos mensajes utilizando técnicas gestálticas y de la psicología de Jung.